Pasamos esta reencarnación entre juicios, tenemos que aprender a perdonarnos y amarnos, romper el hábito del juicio, de la comparación, de la competitividad.
Cada ser es importante y perfecto en su esencia. Ya somos divinos por existir y si somos conscientes de nuestro potencial y conseguimos ser libres para compartirlo con el planeta, podremos decir que estamos iluminados.
La perfección es hacia el interior, perfeccionarnos para alcanzar el júbilo y la gloria de poder vivir en el espíritu consciente.
Para ello me tengo que hacer responsable de mi evolución, de la evolución pactada como alma y que activándola ahora estoy ayudando al cambio del planeta, la energía del cambio empieza con mi decisión de cambiar.
Creer en el cambio activa el cambio.
Creer que todo el mundo puede cambiar activa el cambio. El juicio lo para.
Mtro.Jesús
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