Ser valiente no es el que no tiene miedo, sino el que se esfuerza en superarlo con constancia, tesón y voluntad, hasta que lo vence.
Desde esta perspectiva, ¿tú eres valiente? Seguro que sí.
Los retos de valentía son personales e incomparables, ya que un animal salvaje, un toro, un león, una serpiente, una araña, también pueden convertirse en: un maltrato físico o psíquico, unas injurias, la oscuridad, el agua, tu padre o tu madre enfadados, tu hermano haciéndote chantaje emocional, un compañero de trabajo que quiere compartir su amargura amargándote a ti, porque pasan los días y no encuentras trabajo, porque te falta dinero para vivir, porque tienes que cerrar una empresa con todo lo que supone, y enfrentarte a un nuevo paradigma profesional después de años, que empiezas a ser madre o padre y las responsabilidades te superan, que te enfrentas a la selectividad y te asalta el terror de la responsabilidad de hacerlo bien, que te acaban de despedir, que te acaban de diagnosticar una enfermedad grave a ti o algún familiar cercano, etc…
No midas la valentía por lo que comúnmente está reconocido, mide tus actos de valentía que seguro que son muchos y muy importantes!!
Verás que eres más valiente de lo que te crees.
¿Cómo sé que lo he vencido?
A mi me funciona ver y comprobar que a pesar de la existencia de ese miedo, soy capaz de seguir viviendo, caminando. Que cada día sale el Sol de nuevo, que me vuelve a regalar su luz y vitalidad para poder seguir luchando por mi libertad y felicidad.
¡Hasta pronto valientes!
Deja una respuesta