No importa el camino, sino cómo se camina.
Fíjate bien qué hay a cada paso, a los lados de la senda, encima de tu cabeza. Si lo recuerdas al final del día, si identificas el máximo número de las texturas infinitas con qué interaccionaste, podrás alegrarte, porque habrás vivido caminando, consiguiendo el arte maestro de trascender el simple acto de completar la distancia entre dos puntos.
Si sabes por dónde pisas, puedes elegir en el próximo cruce.
¿Qué puedes recordar hoy? ¿Te interesa seguir caminando por la misma senda? Tranquil@, al final siempre hay un nuevo cruce.
Dwjk
Gracias _()_
Date: Sat, 10 Aug 2013 23:14:34 +0000 To: mati-albamar@hotmail.com