A corto plazo, el dominio de la mente y ser responsable de cada pensamiento, palabra y acción requiere de mucha más energía y dedicación que la mentalidad de víctima en la que culpamos al mundo y a los demás de nuestras penas y circunstancias.
A la larga, mediante la disciplina y el discernimiento los beneficios son abundantes y la calidad de nuestra vida está evocada a mejorar.
“Jasmuheen”
Deja una respuesta