¡Guau, vaya subidón de alegria! al ver como los participantes de los cursos de Omnia Reiki tienen la primera percepción de su existencia más allá de la piel.
Cuando descubren los volumenes de energía entre sus manos, y se manifiesta en ellos la ilusión infantil del descubrimiento.
Me siento muy afortunado por poder compartir estos momentos, son ÚNICOS E IRREPETIBLES, llenos de luz espiritual.
Doy gracias eternas al Universo por permitirme compartirlos.
Omnia Reiki significa muchas cosas. O quizás tan solo una: energía universal.
En mi caso, ha sido descubrir la mágica sensación de que puedo (y debo) quererme, sanarme y reconfortarme sin límites; de que tengo a mi disposición la posibilidad de mejorar mi salud, afrontar mis miedos y disfrutar del lado bueno de todo lo que me sale al paso… y de lo que ya ha pasado.
Gracias por haberme enseñado algo tan importante desde el rigor profesional y el amor incondicional.
Un abrazo de los buenos, de los que duran más de 10 segundos.