A veces la vibración de la sesión de Reiki puede inducir al practicante de Reiki a un estado de relajación tan profundo que pierda la consciencia del aquí y ahora, y esto repercute en el receptor de la sesión. No hay que preocuparse, nada importante, pero la sesión puede quedar incompleta.
Por ello es aconsejable aprender a estar presente, anclado en la realidad que se está compartiendo. Con este propósito conseguiremos transmitir y canalizar correctamente la energía Reiki a todos los cuerpos del receptor de la sesión.
Si durante la práctica de la sesión de Reiki estamos demasiado “inconscientes de lo que estamos haciendo” puede que la sesión sea demasiado difusa y sutil. Casi todo pasa atraves del practicante de Reiki. Durante el transcurso de la sesión funciona bien, recordarse ¿Dónde está mi consciencia ahora? Y hacer las correcciones oportunas, que nos lleven al aquí y ahora.
También funciona bastante bien, al inicio de la sesión, decretar algún tipo de propósito similar al siguiente:
“Tengo el propósito de estar presente durante toda la sesión de Reiki en el aquí y ahora, así como plenamente consciente de todos mis cuerpos, tiempos y planos.
Entregar la sesión de Reiki al Universo no es lo mismo que deshacerse de la responsabilidad de estar presente. En la capacidad del practicante de estar presente durante las sesiones de Reiki, las sanaciones se producirán con más eficacia.
Me he dado cuenta que éste es uno de los aprendizajes más importantes de una practicante de Reiki, conseguir estar PRESENTE, sin ser interferente.
Se suele inculcar mucho el papel secundario del practicante de Reiki, y es así en el proceso de la consecución de los resultados de la sesión, pero, no hay que olvidar que pasa atraves de él, en un tiempo y un espacio.
Por otro lado, es un aprendizaje que se desprende del trabajo con la energía Reiki, principalmente con el método que practico habitualmente Omnia Reiki. El reto es estar presente y plenamente consciente, sin ser interferente al fluir de los procesos que afecten a tu experiencia vital, o a la de los demás.
Cuando consigues confiar o llegar a ser consciente de la existencia de una Consciencia Universal que ha construido y fluido, y construye y fluye constantemente atráves de todos y de todo, te apartas de la preocupación, el sufrimiento, la interferencia y el intervencionismo desproporcionado que proviene de la personalidad.
Deja una respuesta