Poco a poco se van completando investigaciones de campo donde se demuestra empíricamente que la técnica del Reiki puede aportar beneficios a la persona que reciba las sesiones, y más si se encuentra en una situación crítica de salud.
La medición de momento son los efectos de bienestar que promueve en el receptor de las sesiones, pero yo me pregunto: ¿Es que hay mayor prueba objetiva?
La realidad es que todo Ser que aplica o recibe las vibraciones de la técnica de Reiki mejora en muchos aspectos de su vida, y eso estaréis de acuerdo conmigo que ya es un dato lo suficientemente cuantificable. Hay un antes cuantificable y un después también cuantificable.
Hay formas de medir el estado de bienestar general de la persona, y en todos los casos siempre sale positivo. Otra cosa es que pasa a nivel bioquímico, que parece ser la necesidad científica. Aun que, si a nivel psico-emocional y conductual hay estos cambios, está claro que a nivel bioquímico los tiene que haber habido, sino, como diría nuestra ciencia mecanicista no sería posible ¿no? Sólo hay que ojear las teorías de la neurobiología para comprender ya empezamos en sl siglo XXI a “cientificar” que cuerpo y mente son inseparables y que uno altera a otro.
En el siguiente link os adjuntamos una nota de prensa donde se explica el estudio de investigación llevado a cabo con pacientes de cáncer.
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