Empiezo con esta pregunta porque estamos muy acostumbrados a leer o escuchar noticias sobre el fracaso escolar y directamente ir a señalar a nuestros jóvenes, a esos alumnos que no rinden, que se desmotivan fácilmente y los que no logran alcanzar los objetivos del sistema escolar.
¿Pero entonces, que pasa con ese sistema escolar? Quién apunta la mirada hacia él? ¿Quién cuestiona si realmente ese sistema que se va adaptando a las necesidades cambiantes de nuestra cultura y sociedad, y de los jóvenes que la conforman..?
Si, se supone que los políticos y expertos ya van haciendo su labor, pero nos interesa meternos en ese terreno, nosotros queremos llevar la reflexión a un nivel más global, para pensar en : “¿realmente qué es lo que está fallando?” y si lo que falla es la imobilidad para realizar los cambios necesarios a ese sistema educativo obsoleto y rígido, entonces..”nosotros qué podríamos hacer mientras tanto…?”
Mientras tanto podemos tener en cuenta a estos jóvenes desde una mirada más amplia y darnos cuenta del esfuerzo que tienen que hacer muchos de ellos para:
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mantener la motivación ante la información que se les está dando, del modo y la forma estandarizada que se les entrega
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de la poca creatividad y flexibilidad que existe en las aulas ante las diferencias que naturalmente, tenemos todos los seres
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De la falta de comprensión de esa etapa vital tan difícil y compleja para ellos, más las referencias que les estamos aportando los adultos apresurados, estresados, preocupados y neurotizados por todas las exigencias sociales.
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De su propia dificultad en saber quiénes son, que quieren ser, y con que se diferencian de los demás
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de tener que pertenecer a un sistema que no se sienten para nada identificados
Porque cuando hablamos de diferencias hacemos referencia a las capacidades, habilidades, potencialidades de cada uno, y evidentemente también las dificultades y limitaciones de nuestro propio ser. Porque en esto si, que todos estamos hecho del mismo patrón, es así cómo se construye construcción nuestro carácter, nuestras actitudes y comportamientos, desde las luces y las sombras.
Por lo tanto ese fracaso es importante ubicar en el lugar que pertenece, y no son los jóvenes que fracasan, son los moldes, las estructuras permanentes, los resultados esperados, las expectativas generalistas, las diferencias ignoradas… lo que fabrican fracasos y ya no sólo escolares.
Por ese motivo El equipo Omnia Teens se propone, como uno de sus objetivos, favorecer esa mirada más amplia hacia ese adolescente con dificultades para transitar su etapa vital, en una sociedad que para empezar no les observa en todas sus dimensiones.
Si tienes algún adolescente cerca que sufra esa situación, y que no sepáis como ayudarlo, no dudéis en poneros en contacto con nosotros.
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https://ca.goteo.org/project/programa-terapeutico-integral-para-adolescentes
Y además consigue ésta guía de “cómo tratar a tu hijo cuando presenta síntomas de consumo”
Helena Masnou
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