Puede que “el camino hacia la felicidad” no este en ningún lugar.
Puede que “el camino” se acueste y despierte cada día junto ti. Te de los buenos días, o no.
Se lave la cara y los dientes contigo. Desayuneis juntos. Os ducheis y os vistais juntos, incluso con las inseguridades deliciosas, de que me pongo hoy.
Si lo ves, claro…
“El camino” conversa y comparte contigo los días de me quiero morir, de no me quiere, estoy roto, no volveré a ser el mismo nunca más.
“El camino” Le da vida, y te acompaña en tu construcción del apego, la frustración y la decepción de un ego lleno de expectativas distorsionadas, para que tras la muerte agonizante y somatizada de este ego, descubras que todo sigue, y que eres un ser más capaz y libre por ti mismo.
Por la tarde, compartes con “el camino” – Me han hechado del trabajo, o aún nose a que dedicarme.
¡Que voy hacer con mi vida, con el sustento de mi familia, con mi realización personal!
“El camino” te muestra el miedo terrible a la supervivència distorsionado de un ego desconectado de su esencia fundamental , conectada, sabia y abundante.
Y abrazandonte sin juzgarte, te muestra la herida que no te deja avanzar sin sangrar.
“El camino” te explica que primero, hay que mirar, curar y cicatrizar.
Luego, te ayuda a decidir moverte, a crecer, a reinventarte a conseguir cubrir tus necesidades desde lo que realmente eres, y lo que has venido a compartir en esta vida.
Conocer la verdad de uno mismo, da miedo, pero con una intención de reconocimiento, humildad y amor, puede que “sea EL CAMINO” milagroso que tanto se busca a fuera.
Tú camino a la felicidad y tu sois UNO.
Estar en ti, es encontrar a tu camino a la felicidad.
¿Ves tu camino a la felicidad cada dia?
Cuéntame que te enseña cada día tu camino.
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