Sólo por hoy me recordaré que Soy uno con el Universo y con la Energía Creadora que Todo lo ordena y que Todo lo sustenta.
A veces, la vida mediante la perspectiva del Reiki, te plantea días de ataques de Razón. Bueno, a mí me pasa… Días de –¿hay alguien más que la energía vital universal?– dónde el racionalismo acuñado por el excelentísimo Newton pasa factura, ya que aún pesa demasiado en la sociedad del entorno más inmediato.
En mis 11 años de prácticas con Reiki en diferentes estilos, puedo decir que no han sido ni una ni dos veces que mi mente tenía un pavor racionalista para calmarse, pero también tengo que declarar que la fe en la práctica del Reiki, así como en sus competencias co-creadoras, siempre, siempre, han superado mis expectativas. Así que te invito a que respires unas cuantas veces cuando estés ahí, que vuelvas la conciencia al centro del abdomen, o al tantien inferior, y poco a poco todo se irá poniendo en su sitio. El control de la respiración es una herramienta muy útil.
Dicho esto, paso a explicarte cómo yo en mis momentos de racionalismo empírico motivado por dudas y miedos, consigo redirigir la atención a la grandeza co-creadora que comparto legítimamente por formar parte de este maravilloso universo, y ahora ya multi-universo, gracias a la teoría de las supercuerdas de Michio Kaku.
Como es un ataque de razón que es dónde recurre mi ego para salvaguardarse de una inminente metamorfosis de creencia o dogma, le regalo razón, ya que en estos momentos de lucha de criterios me funciona mejor, para luego pasar a la vibración directa del amor, dónde se difumina por una aplastante lógica vibratoria.
De camino a conseguir tranquilizarlo un poquito, me recuerdo que los estudios científicos (esto le gusta mucho a la mente racional) certifican que lo que ha estado unido (nuestro universo antes del Big Bang) estará siempre conectado en el espacio a través de la energía etérea universal que existe en él , aunque existan distancias muy, muy lejanas entre las partes que lo componen.
¿Eso qué quiere decir?
Pues que al principio de la existencia de nuestro universo, minúsculo como un guisante de pequeño según lo que he leído, compartimos el mismo espacio, estrellas, planetas, soles, asteroides, agujeros negros, y todo lo que estaba pensado que existiera en ellos «incluyéndonos a nosotros los humanos, aunque fuera en un prototipo de ADN etérico».
A pesar de la posterior expansión del universo en la explosión del Big Bang, y su crecimiento constante que nos marcará unos millones de años de distancia en algunos casos entre las partes que lo componemos, está demostrado científicamente hoy en día, que seguimos interconectados por nuestra maravillosa energía sutil o etérea (Reiki) que existe en el supuesto vacío, y nuestra conciencia.
¿En qué me baso cuándo digo esto? Está claro que le he creado una duda razonable a mi mente, pero ahora se pone más incisiva. Da igual, ahora ya la tengo a tiro…. le queda poco para doblegar.
En 1867 James Clerk Maxwell ya postuló en la teoría de los campos la existencia de esta energía vital universal que sustenta, ordena y conecta todo lo existente en el universo y a todo lo que habita en él.
Luego Max Planck, el padre de la física cuántica, y Einstein, el padre de la relatividad, volvían ha hablar de ella (energía etérea) y de su papel en la percepción y creación de la realidad.
Einstein en una conferencia de 1928 sostenía que “Según la teoría de la relatividad, el espacio sin el éter era inconcebible; porque en este tipo de espacio, no se podría propagar la luz, ni tampoco ninguna posibilidad de las leyes del espacio-tiempo”.
Einstein también afirmó que las características de la energía etérea o sutil no cumplían con los mecanismos de medición habitual para otros tipos de energía electromagnética, pero no influía en los cálculos de su percepción del universo, aunque luego chocó con la interpretación del universo participativo de Wheeler.
Bien, confirmado, el espacio que existe entre mis manos cuando practico reiki creando bolas de energía cósmica es empíricamente posible según la perspectiva de 3 premios novel de física, aunque parezca una secuencia de las guerras de las galaxias. Descartada entonces la paranoia esquizoide (bufff, a veces la mente te juega malas pasadas).
El espacio que se crea entre mi mano con el campo energético sutil del amigo que recibe una sesión, también está creado de esta energía universal. Recuerda, no puede estar vacío, está lleno de información. El comportamiento de esta energía estará supeditada a la conciencia e intención de la sesión y el canalizador de Reiki.
Además, para rematar, el padre de la relatividad aclara que gracias a esta energía etérea existe el espacio y el tiempo, tal como he dicho antes, aunque para él, todo está pasando al mismo momento.
Esta aclaración nos viene muy bien para confirmarnos los momentos en que practicando reiki, suceden casos de conexión de información de la existencia de la conciencia del reikista, o el que recibe la sesión de reiki, en distintos momentos de espacio y tiempo.
Como complemento a esta información, si te sirve, decir que estos desbloqueos de información surgen por la velocidad de onda a la que va la energía vital universal proyectada a los canales del cuerpo sutil del practicante de reiki o el receptor de la sesión. Al vibrar en frecuencias más altas que las frecuencias de la información bloqueada se activa su integración en la conciencia.
Estoy afianzándome en la fe de sentir y creer. Aun así, después de 11 años en el paradigma del Reiki, hay momentos en que me tienta la razón. No me castigo por ello. Lleva mucho tiempo conmigo y aprendo humildemente de la experiencia.
Gracias por haber llegado hasta aquí. Espero que te haya aportado algo este escrito, con esta intención está creado, para compartir este proceso evolutivo entre tod@s.
Como siempre, gracias por leer, valorar, comentar y compartir si crees que es oportuno.
Ernest Guirao
Fundador y facilitador de Omnia Reiki® Institute