Lo primero a tener en cuenta, bajo mi punto de vista, es que si hay que debatir que sea siempre desde un mismo paradigma de la realidad, y eso en muchos casos no sucede. Los paradigmas creados por eminentes teóricos se atacan constantemente entre ellos, intentando llegar antes unos que otros a la verdad última. Posiblemente una verdad que, visto lo visto en el tiempo, puede que los acoja a todos…
Un posicionamiento es el reduccionista de la física moderna del » ver para creer» (Copérnico seguramente no se imaginaría a lo que ha llevado su «modelo heliocéntrico» a las personalidades extremistas).
Por otro lado, encontramos el nuevo paradigma del comportamiento de los átomos en su versión subatómica de las actuales y vanguardistas teorías cuánticas, #supercuerdas, campo unificado, la #teoriadeltodo, etc.
Todo se valida en la ciencia pero, en muchos casos, la propia ciencia se reescribe constantemente, incluso reescribiendo teoremas trascendentes para la humanidad en un mismo siglo, y eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de generar decretos concluyentes en nuestro interior.
La propia ciencia está creciendo como todos nosotros, ya que la componen hombres y mujeres descubriendo y descubriéndose constantemente.
Se han escrito postulados que han trascendido en la masa crítica conduciéndola a una consciencia global a veces extremista o intencionada, hasta que se ha encontrado en un callejón sin salida desde su razón limitada y condicionada a una verdad relativa, subjetiva y temporal.
Tras las últimas y aplastantes investigaciones, hay que dejar pasar a la nueva concepción del universo vibratorio. Una vez que se ha comprobado que no sólo la materia se comporta como corpúsculo, sino que también se puede comportar como onda, la cosa cambia mucho. Lástima que no podemos devolverles la vida a aquellos Maestros que se asesinaron públicamente con sus afirmaciones intangibles. Qué sería de ellos ahora en esta sociedad moderna y que empieza a abrir su mente.
Ahora, después de haber intentado aclarar conceptos básicos, vamos a hablar de los campos sutiles:
Las energías sutiles tienen una vibraciones demasiado bajas o altas para que se puedan medir con facilidad. Principalmente se puede decir que existen porque provocan efectos. Son muchos los casos de recuperaciones espectaculares tanto físicas (tejidos) como psíquicas (emociones, hábitos) producidas por tratamientos vibracionales como el #Reiki.
Estaría bien ir rompiendo los estigmas de para-normal y sobre-natural, ya que no es más que energía no cuantificable (de momento) desde los medios de la #física moderna, pero las cosas están cambiando a marchas forzadas.
Desde el 1893 con #MichelFaraday, 1877 #GustavKirchhoff hasta #MaxPlanck en 1900, la perspectiva de la mecánica #cuántica nos aporta día a día más espacio a todos los sucesos que enmarcan los campos sutiles del ser humano, y por supuesto, a nuestra incondicional energía #Reiki en sus distintas variantes teóricas y prácticas.
Habrá que seguir investigando, pero cada vez estamos más cerca en comprendernos e integrarnos como seres multidimensionales de forma natural, sin supersticiones fundamentadas por la ignorancia y el miedo, ni misticismos exacerbados, sólo con saber un poco de anatomía de nuestro cuerpo físico, especialmente de nuestros átomos tendremos bastante, tal como explica la actual «teoría de las supercuerdas», suscrita por los mejores científicos de vanguardia del planeta como #MichioKauku, #MichaelGreen, #EdwardWitten.
Estas recientes investigaciones (1990) ratifican la existencia de los campos energéticos sutiles vibratorios (aura, chacras, meridianos de acupuntura), así como que estos se comportan de una forma impredecible para la teoría de la mecánica newtoniana. Estas energías sutiles ponen en entredicho las limitaciones de la gravedad, ya que éstas (que también conforman al Ser humano) habitan en distintas dimensiones a la vez. Por tanto, la gravedad pierde consistencia más allá de la realidad tridimensional conocida, y abre nuevos campos de experimentación sobre todo vivencial para el Ser consciente.
Muchas de las técnicas que practicamos de armonización de estos cuerpos sutiles o «energéticos», como por ejemplo el #Reiki, e incluso aquellas que llevan tiempo hablando de dimensiones más allá de las medibles y calculables desde una perspectiva de tres dimensiones, encontrarán en las nuevas investigaciones una aceptación mayor y fundamentada, y que las acercará a un mayor uso de las mismas a nivel popular.
El problema, una vez más, es la ignorancia. La ciencia actual está acompañando, poniendo palabras, a la explicación racional de aquellas observaciones ancestrales del comportamiento del Universo y del ser humano más allá de la capacidad cuantitativa y calificativa de la época.
Siempre es útil tirar de la memoria, y recordar que históricamente las formas de energía que se encuentran tras la ciencia y la medicina tradicional eran sutiles. No se podían ver en aquellos momentos los microorganismos antes de que se inventara el microscopio, pero eso no privaba de que siguieran matando a personas de manera «invisible». Era un hecho, la gente moría.
En definitiva, hay que seguir caminando hacia la medicina integradora que combina todas las modalidades que hagan falta para mejorar el bienestar de la persona, tanto la #medicina alopática, #naturista, #psicología clínica y #transpersonal, como por supuesto, las especialidades que tratan los campos sutiles de energía del ser humano, por su igual relevancia en la recuperación de la homeostasis natural del ser humano.
Todo suma, todo complementa a todo.
Articulista: Ernest Guirao.
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